Acompañamos o invadimos
Una persona mayor acompañada por su hij@ en la caja del supermercado, el padre o la madre va a sacar de la cartera, su tarjeta para pagar…, la persona que la acompaña le dice “trae ya lo hago yo” o simplemente le quita la cartera de las manos para ir más rápido, este para mí sería un ejemplo de cómo acompañamos en muchas ocasiones a las personas mayores, a nuestros padres.
Me gusta tenerlo presente, acompañar, pero a su ritmo e intentar hacerlo desde la calma, algo, que, si no les hace sentir mejor, al menos no les daña la autoestima, además hacer las cosas a ritmo lento un ratito es muy bueno para bajar el nivel de estrés.
El ejemplo vale para cualquier decisión que haya que tomar con ellos, darles tiempo, darles voz y escucharlos, dar espacio a lo que sienten y quieren.
Cuantas veces les empujamos a decisiones por nuestros propios miedos, por nuestra tranquilidad, por nuestras necesidades, o simplemente por lo que nosotros creemos que les va a ir bien, más que por lo que ellos creen o sienten que necesitan en ese momento.
El ejercicio no es fácil, pero me pregunto de vez en cuando si les estoy acompañando o estoy invadiendo.
Ana Messa López