Pasar al contenido principal
Campaña sanitaria ATYME

Mediación Sanitaria, una herramienta imprescindible en tiempos de crisis y conflicto

LA MEDIACIÓN EXTIENDE SUS BENEFICIOS A LA SANIDAD

Consolidada ya en temas de ruptura de pareja, el actual contexto de desinformación y bulos dificulta que la gente la conozca y aproveche sus ventajas en el ámbito sanitario  

La pandemia de COVID-19 ha puesto al Sistema Nacional de Salud (SNS) español contra las cuerdas. Una grave situación que se ha traducido en crecientes quejas y reclamaciones de pacientes y en agotamiento y frustración del personal sanitario, que ha visto aumentar de forma alarmante las agresiones sufridas en su lugar de trabajo. Y todo ello con un inquietante trasfondo de crispación política y social, alimentada y agravada por la desinformación, los bulos y un ensordecedor 'ruido' mediático y en las redes sociales.

Ese complicado escenario da aún más sentido a la campaña “Tú eres la medicina de la sanidad”, promovida por la Fundación ATYME para intentar mejorar la convivencia en el ámbito sanitario. En su condición de pionera en fórmulas pacíficas de resolver conflictos, ATYME apuesta por la mediación –consolidada ya en temas de ruptura de pareja-- como herramienta imprescindible para “cuidar entre todos del sistema que nos cuida”. No en vano la salud tiene un enorme protagonismo en nuestra vida cotidiana y el sistema sanitario despierta la máxima preocupación ciudadana junto a la crisis económica y el paro.

La mediación sanitaria es, pues, la 'otra cara' de la crispación y el ruido en torno al Sistema Nacional de Salud. En este tiempo de crisis, el SNS no puede permitirse un clima de conflicto y agresividad, y necesita más que nunca una respuesta conjunta y consensuada de todos sus protagonistas: pacientes, profesionales y gestores. De ahí la determinación de la fundación de "impulsar un clima de calma, respeto, comprensión y resolución de conflictos a través del diálogo entre los pacientes y los profesionales de la sanidad".

 

Características de la mediación

Consciente de que ese ambiente de crispación y 'ruido' desinformativo dificulta que la gente conozca esta eficaz herramienta de resolución de conflictos cuando más la necesita, la Fundación ATYME está empeñada en divulgar la mediación en sanidad en todos los foros posibles. Por eso, además de las presentaciones públicas en varias comunidades autónomas, ha abierto una web específica sobre ese tema (https://sanidad.atymediacion.es/), en la que se puede descargar una guía que permite conocer más a fondo la mediación sanitaria, su funcionamiento y sus ventajas, y que incluye un apartado de preguntas y respuestas para aclarar posibles dudas. El material de la campaña “Tú eres la medicina de la sanidad” está a disposición de cualquier centro sanitario que desee utilizarlo.

Como la definió en 1998 la directora de la fundación, Trinidad Bernal, la mediación "es la intervención, en una disputa o negociación, de un tercero competente e imparcial, aceptado por las partes, que carece de poder de decisión y que les ayuda a conseguir voluntariamente su propio arreglo extrajudicial, preservando la confidencialidad".

Esa definición resume bien sus características claves. 1) Voluntariedad, ya que tiene que ser aceptada por las partes, que podrán dejar el proceso si así lo consideran. 2) Confidencialidad, que es fundamental para no agravar el conflicto y para facilitar la transparencia, respeto mutuo y colaboración entre las partes. 3) Imparcialidad del equipo mediador, que colabora, sin tomar partido, para que las partes busquen ‘su’ solución. 4) Extrajudicialidad, para evitar litigios largos y costosos que con frecuencia enconan el conflicto y tienen repercusiones emocionales negativas. 5) En definitiva, protagonismo de las partes, porque las decisiones les corresponden exclusivamente a ellas, lo que les permitirá asumir un compromiso personal con lo pactado.

 

Sanidad, un sector 'especial'

Con la misma filosofía de diálogo y comprensión de las razones de la otra parte --aunque no se compartan--, la mediación sanitaria ofrece a pacientes, familiares y profesionales un cauce de comunicación para resolver cualquier desacuerdo en centros de salud, hospitales, residencias, centros de día, etc.

La Sanidad, y más en estos tiempos de crisis y conflicto, es un sector con características muy especiales. Primero, porque la condición de pacientes coloca a las personas en una situación vulnerable por su enfermedad, dolor e incluso miedo y angustia, lo que exige la máxima atención, apoyo y cuidado. Segundo, porque esa realidad también despierta preocupación e incertidumbre en el entorno más cercano de familiares y amistades. Y tercero, porque también el personal sanitario –sus profesionales suelen serlo por vocación-- necesita respeto y cuidado en esta época de sobrecarga asistencial y agotamiento, en la que con demasiada frecuencia es injustamente tratado, cuestionado, desautorizado e incluso agredido por pacientes o familiares. El escenario se completa con los propios desencuentros entre profesionales, lógico reflejo de una situación tan tensionada.

Basta una sola persona de ese amplio abanico humano --paciente, familiar, personal médico o de enfermería-- para pedir la mediación, y por eso la sesión inicial es individual con quien haya tomado la iniciativa. Pero para poner en marcha el proceso hace falta que la otra parte acepte. Como organización mediadora, y previo consentimiento de la parte solicitante, ATYME contactará con la otra para conseguir que se sume a la mediación. Será entonces cuando ambas, acompañadas por el equipo mediador, protagonizarán su propio diálogo en busca de un acuerdo basado en el respeto mutuo y la confianza.

 

Un proceso flexible

La mediación es un proceso flexible que se adapta a las necesidades de quienes la utilizan. En el ámbito sanitario, el equipo mediador acudirá al lugar que pacten las partes --centro de salud, hospital u otro--, pero también puede proponer un sitio neutral.  En cuanto a la duración, que varía según la complejidad del caso, suele ser rápida, y es habitual que se alcancen acuerdos en pocas sesiones.

Al equipo mediador, integrado por profesionales formados en técnicas pacíficas para gestionar conflictos, le corresponde un papel importante en todo el proceso. Primero, para   proporcionar información a las partes sobre cuestiones relacionadas con su tema de conflicto. Segundo, para comprender las diferentes versiones y posturas y actuar imparcialmente. Y tercero, para promover el diálogo y la comunicación entre las partes y facilitar que lleguen a un acuerdo beneficioso para ambas y que sea estable y duradero.

Las partes no necesitan llevar abogado, porque la mediación es una alternativa real para resolver las diferencias en el ámbito extrajudicial. En el caso de la sanidad, esa gestión pacífica del conflicto tiene un doble efecto positivo, tanto en el mejor ejercicio de la medicina como en el menor desgaste emocional de pacientes y profesionales. En definitiva, la mediación puede contribuir a la humanización de la asistencia sanitaria, de manera que la 'medicina defensiva' –que provoca distanciamiento e incomunicación entre médico y paciente-- deje paso a una medicina más proactiva.

 

Demostrada eficacia

Y su eficacia está más que demostrada. Después de más de 30 años de experiencia en ruptura de pareja y otros ámbitos (mayores, dependencia y discapacidad, empresa familiar, herencia, fundaciones y ahora sanidad), ATYME ha atendido más de 10.000 procesos de mediación, con una satisfacción de 9 sobre 10, un 86% de acuerdos y, más importante aún, un 93% de mantenimiento de esos pactos.

Por eso ahora el gran reto es conseguir que la mediación sanitaria se conozca a pie de calle en medio de la sobreabundancia informativa y del protagonismo noticioso de la enésima bronca política, deportiva o artística. Si no fue fácil divulgar la mediación en ruptura de pareja cuando Trinidad Bernal fundó el primer Centro de Resolución de Conflictos en 1988, un año 'conflictivo' que acabaría marcado por la huelga general que paralizó el país, tampoco lo va a ser en este 2023 de 'ruido' informativo y permanentes descalificaciones preelectorales.

 

Manu Mediavilla
PERIODISTA