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Publicaciones

Documentos divulgativos de Mediación

Guía para parejas LGTBI que van a separarse y a seguir cuidando de sus hij@s

Febrero 2023

La trayectoria de más de 30 años nos hace sentirnos orgullosos y satisfechos porque la labor realizada ha servido para situar a la mediación en el lugar que hoy está y ha ayudado a muchas familias a seguir manteniendo una relación muy estrecha con sus hij@s y a desmontar estereotipos que dificultan las relaciones continuadas de los progenitores con estos.
Esta guía quiere hacer de faro que ilumine a las parejas que van a cambiar de ruta para que puedan ellas mismas, llegar a puerto seguro con sus hij@s. Presenta una forma de recorrer un camino difícil, repleto de obstáculos, donde el cambio de actitud y la información son los aliados perfectos para que éste se realice más suavemente y con un menor coste para las personas.  
 
Decidir poner fin a la relación de pareja es una de las experiencias más dolorosas con la que todos nos podemos encontrar y, a la dificultad que supone restablecer la consonancia mental entre separarse o no hacerlo, hay que añadir el que la decisión no suele ser compartida y uno llega a esa conclusión, tras una larga y dura reflexión y el otro, no puede visualizar la situación de la misma manera, teme el cambio y opone resistencia a todo lo que significa modificar su situación.

Algunas ideas equivocadas sobre la pareja y la ruptura ocasionan un mayor sufrimiento y hacen que las personas permanezcan más tiempo en la indecisión. Una de ellas es el considerar que “Familia” es igual a “Pareja” y si la pareja se rompe también lo hace la familia, por lo que la ruptura pasa a ser la causante de todos los problemas. Otra idea equivocada es, que la persona que no ha decidido la separación sufre más que la que la ha tomado. Son emociones diferentes, pero igualmente duras y difíciles.

Cada vez es más frecuente observar personas, que optan por vivir sus identidades sexuales fuera del margen normativo de la heterosexualidad lo hagan públicamente. Aquí también se presentan ideas equivocadas, como el de creer que las parejas del mismo sexo tienen una mayor probabilidad de romper su relación porque son más inestables. No es así, lo que ocurre es que estas parejas manejan su estabilidad sin el apoyo de factores de soporte social que sí tienen las parejas heterosexuales.
 
Otra idea extendida es que los niños criados en hogares con dos papás o dos mamás tienen un impacto negativo del desarrollo infantil, que los niños criados en hogares de parejas heterosexuales. Sin embargo, los estudios indican que no hay diferencias ni en salud mental, ni en desarrollo cognitivo en comparación con los que crecieron  en familias de parejas heterosexuales. En realidad, no existe un modelo válido, adecuado. Hay que explicar a los niños que existe la diversidad porque eso es acercarle a la realidad, hay que enseñarles a afrontar que tiene dos papás y dos mamás.

PAREJAS SEPARADAS ANTE LA PANDEMIA

DICIEMBRE 2021

El estudio Parejas separadas ante la pandemia”, de la Fundación ATYME, surge en medio de una gran crisis que ha acontecido a la humanidad, una crisis que ha dado un giro al punto de mira de los problemas, centrándonos en cómo esta situación tan inusual ha repercutido en las familias. La repercusión ha sido grande, pero la no convivencia de los progenitores la ha hecho más complicada y ha generado una gran avalancha de dudas e incertidumbres a cerca del efecto de las restricciones a la libertad de movimiento. La principal dificultad que la pandemia les ha generado a los progenitores, en la relación con los hijos, es el excesivo uso de pantallas, poder regular las tareas académicas y mantener las normas.

El estudio confirma aspectos ya visibilizados en trabajos anteriores e indica la necesidad de utilizar formas preventivas de conflictos en el escenario de parejas no convivientes con hijos, en concreto:

Potenciar el uso de medidas pacíficas, como la mediación, para gestionar conflictos, antes de utilizar la vía judicial ya que, los resultados obtenidos indican que las parejas que se han separado con consenso presentan menos conflictos y mejor preparación para afrontar las dificultades, además de tener un mayor grado de participación en la solución, afrontando las crisis de forma aunada.

Crear un programa para progenitores no convivientes, en los tres momentos de la ruptura: antes, durante y después para que las parejas puedan contar con recursos que les ayuden a cuidar a los hijos de forma consensuada, aprendiendo el valor de contar con el otro para resolver los desacuerdos que surjan en esa tarea conjunta. Este tipo de recurso facilitaría la responsabilidad coparental y aportaría un beneficio emocional, familiar, social y económico, no solo a los progenitores y a sus hijos, también a toda la sociedad.

Nuestra reflexión es que, si bien es necesario la transformación del sistema judicial, en especial el familiar. Además de esa transformación, también se necesita un cambio social que dirija los pasos a pasar de una cultura del litigio a una cultura del acuerdo, así como una mayor participación de los interesados, algo que la crisis actual ha dejado de manifiesto.